Sobre el tripartición social es la época en la que se escribe, se debate y se discute mucho. ¿Por qué? ¿Será porque es más teoría que realidad vivida? ¿De qué serviría si no es "práctico"? Mi respuesta es: es totalmente fiel a la vida, y al mismo tiempo es teoría para muchas personas. ¿Cómo encaja todo esto?
¿Adónde vamos como sociedad?
El Sala de reuniones el jueves intenta trasladar el tema de forma práctica.
Ahora, quizás primero a los hechos. Lo que hoy entendemos como creatividad, ciencia, economía, educación, leyes y Estado, Rudolf Steiner lo dividió por primera vez en tres partes. La vida económica, la espiritual y la jurídica. Aunque sólo hay tres términos, una persona que aún no tenga una imagen clara de la triple estructura social confundirá y confundirá estos términos al poco tiempo. Porque la división hecha por Rudolf Steiner puede no ser intuitiva sin una visión interior.
Pero es un pequeño milagro. Y de repente sabes de qué va todo esto. Comienza con la indicación de que hay diferentes grupos funcionales en el cuerpo humano. Por ejemplo, el sistema nervioso y el sistema de los sentidos son diferentes del llamado sistema rítmico (por ejemplo, el corazón y la circulación). Bueno, y esas diferencias fundamentales también existen en la interacción social: la vida mental, por ejemplo la actividad de un profesor, es algo completamente diferente de la producción, distribución y consumo de bienes (vida económica). Es cierto que todo está conectado de alguna manera, al igual que los diferentes grupos funcionales del cuerpo interactúan entre sí.
Pero para formar la propia mirada y el propio sentimiento, es importante reconocer las raíces y las peculiaridades y diferencias de lo que encontramos hoy en la vida pública, en el trabajo, en la educación, etc., y distinguirlas con precisión.
Sí, ¿y qué se consigue con eso? Resolverá todos los problemas de nuestro tiempo. ¡Esa es una gran palabra! Pero es así. Porque si cada miembro hiciera lo que naturalmente está llamado a hacer, entonces sólo se produciría lo que necesita el consumidor, sólo se enseñaría lo que necesita el alumno y sólo se establecerían por ley las condiciones marco necesarias a gran escala.
Pero la enseñanza, la producción intelectual, la investigación, el arte, cualquier actividad basada en la experiencia y las ideas puede entonces expresarse LIBREMENTE, sin las limitaciones de las expectativas económicas o de las regulaciones que son de hecho estranguladoras.
Para poder llevar el tríptico social al mundo de forma concreta, deben seguirse los hechos; no servirá de mucho la teoría. Sólo cuando una comunidad de personas se ponga de acuerdo sobre un principio rector común y lo lleve en su corazón en sus acciones diarias, el tríptico social despertará en nuestra realidad.
Todavía está muy lejos, está muy cerca. Todo depende de lo que hagas.
Como he dicho al principio, podemos discutir y lamentarnos mucho sobre el ámbito del tríptico social. Eso probablemente no nos llevará a ninguna parte. Por lo tanto, queremos desarrollarnos aquí con ustedes de tal manera que todos tengamos la sensación de que realmente podemos hacer nuevas aportaciones y que éstas puedan ser útiles para pasar a la acción concreta.
François Hagdorn, 23 de octubre de 2020